VIDAS TRANSFORMADAS PARA TRANSFORMAR
TRANSFORMÁNDONOS
TRANSFORMÁNDONOS
Una debilidad evidente de los creyentes, es la desconexión entre Conocimiento y Comportamiento... Necesitamos que nuestro Conocimiento afecte nuestro Comportamiento.
No podemos hacer discípulos en un salón de clase, pues allí solo se adquiere conocimiento. Un discípulo tiene que centrarse en su comportamiento, es decir, en manifestar el carácter de Cristo.
Convertir creyentes en discípulos, marca el comienzo de la transformación, y así como un ave necesita sus dos alas para volar, en la Iglesia necesitamos dos cosas para formar discípulos, que son como los dos rieles en la carrilera de un tren:
El primer riel es la enseñanza correcta de la palabra y equipamiento, que normalmente se da en el lugar de reunión general de la congregación, y el segundo riel son las reuniones en casas, y las dos cosas tienen que darse simultáneamente.